¡Que él me bese con los besos de su boca!
El cántico de los cántics de Salomón
Mírame los ojos
Mira cómo se abren mis labios.
Cómo iluminan tierras ignotas.
Colinas y dunas. Bosques umbríos.
Ríos que se deslizan bajo la piel.
Húmedas selvas. Ensimismadas lunas.
Diamantes del somnoliento cubil.
Mira cómo se abren mis labios.
Cómo vagan por el mundo de tu cuerpo
y beben felices en el manantial y la fuente.
Cómo te besan los pies y las manos.
Las cenizas de trigo. La cavidad de la vida.
Las claras reliquias de tantas heridas.
Miro tus ojos.
Miro cómo se abren tus labios.
Cómo dibujan en mi pecho cuarenta y seis
pechinas de sal y de miel. Algodón de rama.
Valles y charcos llenos de lluvia.
Esferas de luz. Columnas dormidas.
Jardines de invierno. Brocal de la sed.
Miro cómo se abren tus labios.
Cómo me recorren caminos y sendas.
Rutas secretas. Cuevas de fuego.
Cómo me besan las yemas de los dedos.
Las dunas de arena que el viento amontona.
Los ojos cautivados que miran al norte.
Mírame los ojos. Miro tus ojos.