Baltasar Porcel
Los alacranes
“Las ranas croaban, sedientas, intuyendo la tramontana que se nos
echaba encima. Al salir de San Telmo, y emprender el polvoriento camino
valle arriba, había surgido de súbito el cántico de las ranas desde el
enhiesto y vacilante cañaveral del torrente. Entonces sospeché que la
atmósfera sofocante y aquel cielo blancuzco, que hacia el Norte
ennegrecía, reventarían en lluvia.
Saqué una bujía y me puse a limpiarla. Seguía hurgando torpemente en
el motor de la motocicleta. Al principio, cuando se detuvo, esperaba
quizás un milagro, o la ayuda de la casualidad, para ponerla de nuevo
en marcha. No sabía nada de mecánica. Pero ya hacía mucho rato que
intentaba vencer el descorazonamiento – el miedo… - desenroscando y
enroscando las piezas con las que mis manos, gordezuelas y manchadas de
grasa, se topaban.
La moto se había parado a media ladera del monte entre pinos y
algarrobos. Detrás de nosotros, el camino bajaba hacia un valle largo y
estrecho, poblado de almendros, cortado al Oeste por una hilera de
altos pinos, entre dos colinas rocosas, que escondía la playa y el
pueblo de San Telmo. Después, el mar. Y emergiendo de él la isla de la
Dragonera, poderosa y pelada, oscura, recortadas sus crestas contra el
horizonte.”
Traducido por Baltasar Porcel
Baltasar Porcel, Los alacranes
. PORCEL, Baltasar. Los alacranes. Traducción de Baltasar Porcel. Barcelona: Fundación Caja de Barcelona, 1986.